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  • Writer's pictureLola Violeta

Carta de Amor - Maria Bethânia

Updated: May 27, 2021


Foto: MRossi-mr@mrfoto.com.br


La primera vez que escuché esta canción-poema, me fascinó tanto la fuerza de las palabras como la interpretación de Maria Bethânia, una de mis "brujitas favoritas" junto con Patty Smith. Es una canción no solo muy brasilera, sino muy latinoamericana. Se supone que es una "carta de amor", pero lo maravilloso del arte es esa virtud de expresarse con toda franqueza y mantener secreto a qué o a quién se refiere literalmente.

Dado el difícil contexto político que siempre hemos tenido los latinoamericanos ya se imaginarán a quién irá dirigida una carta que advierte: no te metas conmigo... con palabras fuertes y viscerales, que quizás no le dirías de frente a alguien, pero que son posibles para el Arte y que al oirlas gritan por tí.

En fin, creo que es una interpretación magnífica y unas palabras muy potentes y emocionantes a las que quice dar existencia en español. Al final anexo el enlace de la canción en Portugués para su deleite.

 

Carta de “Amor”.


Yo tengo un zombi, un escarabajo, el jefe de los Tupís, soy Tupínambá*1.

Yo tengo una herencia de mestiza, vaquera, curandera, de cacique indígena, de quien usa tocado de plumas, cerbatanas, dardos, fechas y altares. Acostumbrado a la velocidad de la luz, la oscuridad de la selva, la penumbra, el silencio, la espera…


Yo tengo un Jesús, María y José, y a la vez a todos los taitas acompañándome.

El niño Jesús juega y duerme en mis sueños; el poeta me contó…


-No juegue conmigo, que no ando solo, que no ando solo, que no ando solo,

¡no juegue no!


No me confundo, no me doblego. Me la llevo muy bien con la reina del mar.

Ella me enseña el baile de las olas y canta, canta, canta; canta para mí.

Es del oro de Oxum*2 que está hecha la armadura que cubre mi cuerpo,

que proteje mi sangre y mi garganta, y así el veneno del mal no encuentra paso. Y en mi corazón María enciende su luz y me apunta el camino.


Me pierdo en el viento, cavalgo en el rayo de Oyá*2,

doy la vuelta al mundo, voy y vengo; estoy en una cueva.

Vuelo entre las estrellas, juego que soy una,

trazo la frontera del sur con la antorcha del niño San Juan.

Rezo con las tres Marías, voy al más allá

y me recojo en el esplendor de las nebulosas.

Descanso en los valles y montañas.

Duermo en la fragua de Oggun*2.

Me sumerjo en la lava de los volcanes, cuerpo vivo de Changó*2…


-No ando en oscuridad ni en tinieblas,

Es por donde voy, que el Santo me lleva.

Miedo no me alcanza, en el desierto me hallo,

Hago a la cobra morderse el rabo

y al escorpion volverse luciérnaga.

Mis pies reciben bálsamos y ungüentos suaves de las manos de María, Hermana de Marta y Lázaro en el Oasis de Betania.

¿Pensó que ando solo?, atienda al tiempo,

que no comienza, no termina: es nunca, es siempre.

Es tiempo de reparar la balanza de noble cobre que el rey equilibra, fulmina lo injusto y deja desnuda la justicia.


-Yo no pruebo de su hiel, ni piso en su suelo

Y donde quiera que vaya no lleve mi nombre, no.


Dónde va, “valiente”. Usted se secó, sus ojos insomnes se secaron, y no ven brotar el pasto que crece libre y verde lejos de su ceguera.

Sus oidos se cerraron a todo sonido de cualquier música.

Ni el bien, ni el mal lo piensan.

Nadie lo escoge. Usted pisa la tierra mas no la siente;

apenas pisa, apenas vaga sobre el planeta

Y ya ni oye las teclas de un piano

Usted está tan marchito que ni el diablo lo ambiciona

No tiene alma... Usted es el hueco, del hueco, del hueco del sin fin del mundo...

Lo que es suyo está guardado, no soy yo quien voy a dárselo, no soy yo quien voy a dárselo, no soy yo quien voy a dárselo…


Puedo tragármelo, sólo para escupirlo luego.

Mi hambre es materia que usted no alcanza.

Desde la leche del pecho de mi madre, hasta el sin fin de los versos que brotan del poeta en toda poesia, sobre la luz de la luna que reposa sobre la palma de la inspiración de Caymmi*3.


Cuando lloro, si lloro, es para regar el campo que alimenta la vida.

Llorando reparo los brotes que usted secó.

Si deseo, mi deseo hace subir mareas de sal y sortilegio.

Vivo de cara al viento, en la lluvia, y quiero mojarme.

El Rosario de Fátima y el cordel de Gandhi cruzan mi pecho.

Soy como los tallos tiernos, cualquier brisa los mece, ninguna espada los corta.

-No juegue conmigo, que no ando solo, que no ando solo, que no ando solo,

¡no juegue no!

 

*1: Tupinambá: Indígenas nativos brasileros.

*2: Dioses africanos.

*3: Compositor brasilero, Dorival Caimmy.

 

❤️❤️❤️

❤️❤️❤️

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